Desafortunadamente, en ocasiones de cambio, los amigos y familiares no son muy buena influencia.
Siempre hay alguien que te dice “tú no eres así” ¿así cómo? Tú eres tú, siempre lo serás, pero la gente trata de que sigas actuando de la misma forma toda la vida. Esto es natural, pues a fin de cuentas, todos de algún modo encontramos un sentimiento de seguridad ante lo cotidiano, nos tranquiliza saber que el ambiente es predecible, que la gente con la que tratamos es predecible.
Pero la otra cara de la moneda es que la monotonía lleva con certidumbre al aburrimiento. Ser predecible es ser aburrido.
Y no es que tus amigos y familiares sean malos o tengan malas intenciones, sino que caen simplemente en el error de “etiquetarnos” y como a todos, les cuesta trabajo adaptarse a nuevas circunstancias.
Cuando quieres mejorar tu nivel de éxito con las mujeres lo más recomendable es que te alejes un poco de amigos y familiares, pues lo que has hecho hasta hoy (que es lo que ellos esperan que sigas haciendo) NO FUNCIONA. Si quieres progresar, hay que cambiar. No hay mejora sin cambio, si sigues haciendo lo de siempre, vas a obtener los resultados de siempre. Sin embargo, debo hacerte notar que cambiar no necesariamente es mejorar.
Imagina una bicicleta con llantas cuadradas. No funciona, luego entonces hay que hacer un cambio. Entonces decides cambiarlas por llantas triangulares… ¿Mejoró? ¡Por supuesto que no! Pero si quieres que mejore, tienes que cambiar hasta encontrar la solución, o de lo contrario siempre llevarás llantas cuadradas. ¿Me explico?
Tienes que CAMBIAR. No debe asustarte, al contrario. Estás abriendo la puerta a la oportunidad de mejora, y además me tienes a mí.
En efecto, si volvemos al ejemplo de la bicicleta yo soy quien te dirá que no son llantas cuadradas ni triangulares lo que necesitas… necesitas llantas redondas.
Te ahorrarás la parte más difícil del aprendizaje, pues ya te estoy dando la respuesta. Lo único que pido a cambio es que tengas EL VALOR de cambiar.